Pablo, un jujeño que estuvo presente en el recital del Indio Solari, conversó con Jujuy On Line y contó su experiencia en Olavarría, destacó que nunca hubo señal telefónica y que hasta que pudieron conectarse no se enteraron de la tragedia en el evento.
«Nosotros llegamos el viernes a la noche y paramos en un camping a tres cuadras, ya sabíamos dónde iba a quedar el colectivo para volver. Estuvimos siempre juntos y tranquilos, por eso salimos y pudimos volver tranquilos”, reiteró.
Continuó relatando que recién a la vuelta, en la ruta, comenzaron a tener señal en sus teléfonos celulares y fueron enterándose todo lo que había pasado; «lo de los chicos muertos”.
Pablo confirmó que él viajó sin entrada pero que pudo entrar gratis. «Cuando está por empezar el recital se rebalsa la organización, se hacen a un costado y entramos todos; siempre es así. Esta es la sexta vez que voy a una misa, fui a Salta, Gualeguaychu, Mendoza, Tandil, Buenos Aires y ahora”.
Añadió que siempre hay «pogo”, «es una marea de gente pero siempre en familia, inclusive nosotros desde acá fuimos con mis amigos, uno de ellos con un niño, pero también había gente discapacitada y mujeres embarazadas, siempre se habla de «familia ricotera” y es así, por eso sorprende lo que se está hablando”.
Al ser consultado por la seguridad en el lugar, Pablo indicó que vio personal de seguridad privada, «con pechera verde, estuvo bien, todo señalizado como siempre. Vi poca policía, pero siempre es así, en los recitales del Indio hay más seguridad privada que policía”. Agregó: «Yo estaba cerca del escenario, vi la avalancha y que sacaban gente –como en todos los recitales- pero nunca me enteré de lo que había pasado”.
Respecto a las comunicaciones, el joven dijo que no había señal ni lugar para cargar celulares, «en casas de familia había carteles que cobraban entre 30 y 50 pesos para cargar teléfonos. Pero en ningún momento hubo señal, por ejemplo yo, no pude avisar que ya había llegado, recién pude avisar a la vuelta a mi familia que ya estaba volviendo”.
Finalmente agregó que «son comunes las avalanchas en los recitales. Pero en este recital me llamó la atención que a la salida la gente salió desesperada, empujando, sobre todo la gente grande. Algunos veníamos tranquilos, pero se complicó cuando empezaron a salir a los empujones”.
«Todo esto es «normal” en los recitales de rock, creo que es por la cantidad de gente, siempre hay un loco que se pasa. Si vi alcohol? como siempre, como en todos los festivales; no vi droga pero se nota que circulaba, había gente que se le notaba en la cama que había consumido”.