Con criterios de seguridad hídrica y factibilidad de servicios, de reordenamiento en base a proyectos urbanos, de obras de mitigación que permitan la factibilidad y de sujeción a compra para los barrios asentados en tierras privadas, la Secretaría de Ordenamiento Territorial y Vivienda del Ministerio de Infraestructura definió acciones a corto, mediano y largo plazo para la regularización dominial y catastral de barrios informales.
Además de los 2600 lotes generados para los sorteos públicos del Sistema de Transparencia para la Adjudicación y los 3700 que implican los mejoramientos de hábitat que lleva adelante el Ministerio de Infraestructura, todos en proceso avanzado de regularización, Ordenamiento Territorial prevé la regularización en el corto plazo en barrios para los que ya hay iniciado tramite administrativo, o aquellos que aun no lo tienen pero que si cuentan con factibilidad de servicios.
A mediano plazo se trabajará en las posibilidades de regularización dominial y catastral de los barrios que deben reordenarse a causa de un proyecto urbano superador que considere los parámetros establecidos en la Ley de Fraccionamiento de Suelo, como también aquellos que con obras de mitigación pueden lograr la factibilidad y los que se encuentran asentados en terrenos privados pero cuentan con factibilidad, estos últimos, sujetos a compra.
En un plazo posterior a los anteriores se abordarán los barrios asentados en terrenos privados, también sujetos a compra, aunque condicionados a la realización de obras de mitigación para lograr la factibilidad.
Los barrios que no se regularizarán serán aquellos que están judicializados, los que se encuentran en zonas de riesgo (por desmoronamientos, arroyos, etc.), y los que deben relocalizarse por obras de la reactivación del Ferrocarril, en concordancia con el compromiso de asegurar calidad de vida e insitucionalidad.
Así, la Secretaria de Ordenamiento Territorial y Vivienda definió el plan que, tras el Sistema de Transparencia para la Adjudicación, reforzara el trabajo por la planificación de los territorios y el hábitat, con eje en una regularización transparente y en busca del acceso equitativo y con lógica de derechos.